Mogola fue la primera finca que compró el conocido productor Don Fabio Caballero allá por 1970, mismo año en que se casó. La finca parece un jardín botánico, con muchas hileras de árboles para separar los lotes del viento. Las flores crecen para atraer mariposas y actúan como puntos de referencia para los trabajadores cuando seleccionan diferentes lotes. El área es muy húmeda y fría, lo que ayuda a mantener la humedad en el suelo, reduce el estrés en las plantas que a menudo se ve en temperaturas más altas y también promueve la maduración lenta. Con una comprensión como esta, no es de extrañar que Don Fabio se convirtiera en uno de los mayores mentores de Saša en la producción de cafés especiales.